¿Cada cuánto debes realizar un examen de la vista según tu edad?

Guía completa para el cuidado visual en niños, adultos y adultos mayores

La salud visual es fundamental para el aprendizaje, el trabajo y la calidad de vida. Sin embargo, la mayoría de las personas no se realiza exámenes oculares con la frecuencia recomendada, lo que puede retrasar el diagnóstico de problemas como miopía, glaucoma, cataratas, retinopatías y enfermedades sistémicas que afectan los ojos (diabetes, hipertensión, autoinmunidad).

Aquí te explico, según las recomendaciones de organizaciones como la Academia Americana de Oftalmología (AAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada cuánto debes revisar tus ojos según tu edad.

1. Bebés (0 a 2 años)

¿Cuándo evaluar la vista?

• Al nacer: revisión básica por el pediatra (reflejo rojo, anomalías congénitas).

• En caso de haber nacido prematuro

• Bajo peso al nacer 

• A los 6 meses: primera evaluación visual completa.

¿Por qué es importante?

El desarrollo visual ocurre rápidamente en los primeros meses. Detectar a tiempo:

• catarata congénita,

• estrabismo,

• errores refractivos severos, evita pérdida visual permanente.

 

2. Niños de 3 a 12 años

Frecuencia recomendada

• Cada 1 a 2 años con optometrista u oftalmólogo.

Razones

El crecimiento puede modificar la forma del ojo, favoreciendo:

• miopía infantil (cada vez más frecuente),

• astigmatismo,

• hipermetropía,

• ambliopía (ojo perezoso), que se corrigen mejor cuanto antes se detectan.

Advertencia: si el niño tiene miopía, debe revisarse cada 6 a 12 meses.

 

3. Adolescentes (13 a 19 años)

Frecuencia recomendada

• Cada 1 a 2 años.

• Con mayor frecuencia (cada año) si usa lentes, tiene miopía progresiva o pasa muchas horas frente a pantallas.

Motivos

• Cambios hormonales y corporales pueden afectar la graduación.

• El uso excesivo de dispositivos favorece la progresión de la miopía.

 4. Adultos jóvenes de 20 a 39 años

Frecuencia recomendada

• Cada 2 años si no tienes síntomas ni antecedentes.

• Cada año si usas lentes, tienes ojo seco, trabajas frente a pantallas o padeces alergias oculares.

Qué se busca detectar

• Cambios de graduación

• Ojo seco por pantallas

• Infecciones o alergias

• Queratocono (comienza en jóvenes y avanza sin síntomas)

 5. Adultos de 40 a 64 años

A partir de los 40 años inicia la presbicia (vista cansada) y el riesgo de enfermedades oculares aumenta.

Frecuencia recomendada

• Una vez al año.

Enfermedades a vigilar en esta etapa

• glaucoma de ángulo abierto,

• cataratas iniciales,

• retinopatía hipertensiva,

• retinopatía diabética en pacientes con diabetes,

• degeneración macular temprana.

La mayoría no da síntomas al inicio, por eso el examen anual es clave.

 

6. Adultos mayores de 65 años

Frecuencia recomendada

• Cada 1 año como mínimo.

• Cada 6 meses si ya hay enfermedades oculares diagnosticadas.

Principales riesgos

• cataratas avanzadas,

• glaucoma,

• degeneración macular relacionada con la edad (DMRE),

• baja visión,

• sequedad ocular severa.

Una detección precoz mejora la calidad de vida y previene la pérdida visual irreversible.

¿Quiénes deben hacerse exámenes más frecuentes?

Independientemente de la edad, se recomienda revisión cada 6 a 12 meses si tienes:

• diabetes

• hipertensión

• antecedentes familiares de glaucoma o enfermedades de retina

• uso prolongado de corticoides

• migrañas con aura

• miopía alta

• cirugías oculares previas

• síntomas visuales repentinos (destellos, manchas, visión borrosa)

En estos casos, el riesgo visual es mayor y la vigilancia debe ser estricta.

 Señales de alerta que requieren consulta inmediata

• Visión borrosa repentina

• Aparición de “moscas volantes” o destellos

• Pérdida de campo visual

• Dolor ocular intenso

• Enrojecimiento con disminución de la visión

• Doble visión

• Sensibilidad a la luz severa

Estos síntomas pueden indicar problemas serios como glaucoma agudo, desprendimiento de retina o infecciones.

Conclusión

La revisión de la vista no solo es para cambiar lentes, sino una herramienta vital para detectar enfermedades silenciosas que pueden causar pérdida visual irreversible.

La frecuencia depende de la edad, pero la regla universal es: si notas cambios en tu visión, consulta cuanto antes.

Un examen oftalmológico oportuno puede marcar la diferencia entre conservar o perder la visión.